Actualmente Medellín, ubicada en pleno centro del Valle de Aburrá, es una de las principales ciudades de Colombia que se distingue no solo por tener una alta población y un desarrollo económico que sobresale respecto a las otras ciudades del país, sino también por su clara visión progresista, que la ha llevado a tener el máximo galardón urbanístico en el mundo por innovación ante los retos urbanos de la globalización. Si bien la ciudad cuenta con un gran número de aspectos positivos relacionados con el desarrollo, también se enfrenta a grandes retos para mantener el equilibrio ambiental, desafíos a los que se someten las grandes urbes cuando las posibilidades de ocupación aumentan en la medida que los servicios en infraestructura y oportunidades del desarrollo se incrementan.
Junto el Cerro Pan de Azúcar, Cerro El Salvador, Cerro El Picacho, Cerro La Asomadera, Cerro Las Tres Cruces, Cerro Nutibara y el Cerro Santo Domingo, una red de accidentes geográficos a lo largo del Valle del Aburrá que posee un importante valor histórico, arqueológico, ecológico y turístico.
Sus características varían, desde la localización, el uso, la configuración y su relación con la ciudad. Por esta razón, cada cerro es un lugar único.
IMPORTANCIA DE LAS RESERVAS NATURALES
1. CERRO EL VOLADOR
Parque Natural Regional Metropolitano Cerro El Volado
El Parque Natural Regional Metropolitano Cerro El Volador, es el parque natural más grande dentro del área urbana de la ciudad de Medellín, Colombia. Cuenta con un área de 107,13 hectáreas con una altura máxima de 1628 msnm.
Muchas de las primeras colonias de Medellín se establecieron en el cerro El Volador. Está ubicado en la zona centroccidente de la ciudad, en donde hoy se asienta la Comuna 7 de la localidad.
HISTORIA
los senderos conocidos como El Indio, La Espiral del tiempo y La Cima, han encontrado hallazgos arqueológicos que datan de los primeros siglos de la era cristiana, así como complejos funerarios de los siglos XIV al XVI, originados por los indígenas llamados Aburráes, quienes aportaron su apelativo para el nombre sempiterno del valle donde se encuentra la ciudad.
Por estas razones el Cerro fue declarado en 1992 patrimonio histórico y natural de la Nación, y en 1998 el Ministerio de Cultura declaró que, debido a la riqueza arqueológica y ambiental que posee.
Desde esta época se desarrolló el "Ecoparque Cerro El Volador", que tiene como principal objetivo en cuanto al aspecto arqueológico, rescatar, conservar y difundir "in situ" estas evidencias culturales. Además, contribuir a la recreación de la ciudadanía, pues en este lugar se pueden desarrollar actividades como observación de aves, elevación de cometas, caminatas, ciclismo y picnics o camping.
Limites
Este cerro está rodeado por unas vecinas históricas, la quebrada La Iguaná, al sur. Al norte, por las quebradas Moñonga y La Malpaso. Al oriente se encuentra aislado por una vía urbana, la carrera 65.
En sus inmediaciones se encuentran los barrios El Volador, La Iguaná, San Germán y Caribe, al igual que la Universidad Nacional y la Universidad de Antioquia; además, los senderos conocidos como El Indio, La Espiral del tiempo y La Cima
Como elementos a resaltar de lo descrito en el plan de manejo, se destacan los siguientes
1.1. objetivos de conservación:
A. Proteger la cobertura vegetal natural expresada en relictos de rastrojo alto y bajo por su alta riqueza en especies vegetales y la fauna asociada.
B. Conservar los hallazgos de valor arqueológico.
C. Mantener la unidad paisajística del cerro como valor de apreciación social y cultural para los habitantes del valle de aburrá.
¿Que visitar en el cerro El Volador?
Este parque, además de contar con elementos naturales de importancia ecosistémica para la ciudad, dispone de variados espacios que acogen diferentes actividades culturales y turísticas, entre los que se destacan: el museo arqueológico, el sendero del indio, la espiral del tiempo, el castillo, el mariposario a cielo abierto y, la cima.
Su Riquezas es inigualables
Este parque posee una gran riqueza en cuanto a avifauna. Al visitarlo se pueden avistar diferentes especies, tanto endémicas como migratorias entre las que se destacan: la guacharaca colombiana (Ortalis columbiana), el colibrí occidental (Chlorostilbon melanorhynchus), el colibrí coliazul (Amazilia saucerrottei) y el periquito de anteojos (Forpus conspicillatus). Te invitamos a buscarlas, apreciar su belleza y comportamiento. Si deseas tomar fotografías y compartirlas en tus redes sociales, recuerda etiquetarnos como @EXPERIMENTALTRAVEL).
Valor de conservación del Cerro El Volador
Son aquellos elementos del paisaje, antrópicos o naturales, que son de especial importancia para el Área Protegida, bien sea por estar en alguna categoría de amenaza, por la función ecosistémica que cumplen o por lo que representa para las comunidades del entorno.
Especie destacada del cerro El Volador
En el parque se identifican las siguientes especies:
¿Porqué visitar el cerro El Volador?
Visita este parque natural para que conozcas la riqueza arqueológica de nuestra región; inmersa en zonas con diversos tipos de bosque. Cuenta, además, con una gran circunvalar en la que podrás hacer ejercicio y disfrutar de una vista de 360° de la ciudad de Medellín.
Hidrología
Teniendo en cuenta el elevado número de cuencas y micro cuencas presentes en el ecosistema del Ecoparque, es posible plantear que en su área afloraba un número de nacimientos de agua, los cuales en forma paulatina, fueron desapareciendo producto de la deforestación y eventos climáticos de sequía, así como por la construcción en la pasada década, de algunas obras de carácter ingenieril, entre las que sobresale la vía circunvalar que separo abruptamente, la parte superior y media-baja del cerro.
Actualmente, el ecoparque se enmarca por la influencia de las quebradas La Iguaná, La Malpaso y por el río Medellín, fuentes de agua cuyo caudal pierde a diario volumen y fuerza.
LOCALIZACIÓN
Está ubicado en la zona centroccidente de la ciudad, en donde hoy se asienta la Comuna 7 de la localidad. Este cerro está rodeado por una vecina histórica, la quebrada La Iguaná, al sur. Al norte, por las quebradas Mononga y La Malpaso. Al oriente se encuentra aislado por una vía urbana, la carrera 65.
Senderos:
Atravesando los senderos El Indio, La Espiral del Tiempo y La Cima del Cerro, el visitante puede observar las huellas que nuestros antepasados dejaron allí plasmadas y varios motivos indígenas elaborados en la actualidad, como una forma de perpetuar su identidad y cultura.
DATOS CURIOSOS
1. Este cerro tiene una posición de privilegio en medio del Valle de Aburrá, pues desde allí se observa el Valle en toda su dimensión.
2. declarado en 1992 patrimonio histórico y natural de la Nación, y en 1998 el Ministerio de Cultura declaró que, debido a la riqueza arqueológica y ambiental
3. Muchas de las primeras colonias de Medellín se establecieron en el cerro El Volador.
4. Allí se han realizado importantes hallazgos arqueológicos como lo son los complejos fúnebres con piezas de cerámica que datan de los primeros siglos de la era cristiana y que pertenecen a Los Aburráes, los primeros indígenas en habitar el territorio que hoy se conoce como Medellín. Estos hallazgos se encuentran exhibidos en la vitrina arqueológica que se encuentra en el parque.
5. Por el acceso de la Carrera 65, en el desvío a la derecha, La Universidad Nacional de Colombia posee un apiario para la producción de miel y reproducción de abejas y avispas. En este mismo acceso, el visitante puede degustar un guarapo de caña fresco, especialmente los fines de semana, cuando se presenta más actividad en el Cerro.
2. PAN DE AZÚCAR
El cerro Pan de Azúcar es una formación rocosa ubicada en el centroriente de la ciudad Medellín, Antioquia, fue el punto clave para empezar la construcción de la Villa de la Candelaria de Medellín.
Límites
El cerro limita al norte con la cuenca alta de la quebrada Chorrohondo, por el oriente con la quebrada La Castro y al sur con el barrio Villa Liliam y sus barrios limítrofes son 13 de noviembre, Llanaditas, Los Mangos, El Pinal, San Antonio, La Libertad,Villatina. Está dentro de la vereda Piedras Blancas del corregimiento Santa Elena.
Composición
El cerro está compuesto por una roca de origen oceánico llamada Dunita. Por efecto del sol, la lluvia y el viento la roca ha empezado a descomponerse dejando al descubierto la parte superior del cerro y la desintegración de la roca.
Historia
En el siglo XVII el cerro fue uno de los primeros contactos de Medellín con el mundo, este camino se hacía llamar el camino de Piedras Blancas que llevaba directo al Río Magdalena, a partir de este camino se crearon los primeros barrios vecinos, como lo es en el caso del barrio Llanaditas el cual fue creado en 1950.
En el cerro se encuentran varios atractivos de ciudad, como largos senderos ecológicos pertenecientes al jardín circunvalar, (este nombre por cierto aparece escrito en grandes letras en la ladera occidental del cerro); a su vez es un sitio con gran potencial arqueológico y un lugar de peregrinación religiosa, dado que en su cima se halla una gran imagen, de 10 metros de altura de la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Candelaria; patrona de Medellín. [2]
La especie predominante en le cerro es el pino pero también se puede encontrar otros árboles como:
NoroYarumoCiprésAcacia JaponesaChuchoUvito de monteNiguitoGuayaboArrayánCola de Zorro
En cuanto a fauna, el cerro no tiene muchas especies, sólo se destaca una que es la especie endémica de la guacharaca.
3. NUTIBARA
Allí encontrarás el famoso Pueblito Paisa, este lugar fue inaugurado en 1978 y se construyó con elementos y materiales provenientes del antiguo pueblo del oriente antioqueño El Peñol, el cual fue inundado para formar otro de los más famosos destinos en Antioquia: el embalse El Peñol-Guatapé.
¿QUE VISITAR EN EL CERRO NUTIBARA?
En su cima se encuentra el Pueblito Paisa, una alegoría a los municipios de la Región Paisa construido en 1977. También se encuentra el Teatro al Aire Libre “Carlos Vieco” con una capacidad de 3.800 espectadores, levantado en homenaje al compositor Carlos Vieco Ortiz. Y por último, también se encuentra allí el Parque de las Esculturas, creado en 1983, el cual es una exposición permanente de esculturas elaboradas por once artistas nacionales e internacionales e instaladas en el entorno natural del cerro, y donde los visitantes pueden apreciar este arte en un corto recorrido por sus laderas.
4. EL PICACHO
EcoParque Cerro El Picacho es un parque natural ubicado al noroccidente de la ciudad de Medellín
Origen y formación
El cerro El Picacho es una formación natural extraordinaria en su forma, cuyo maestro fue la naturaleza, y el cincel para labrarla durante años han sido el viento, la lluvia y el sol, que actúan sobre la superficie de las rocas, creando formas, figuras y texturas caprichosamente fascinantes.
Las rocas de El Picacho han estado expuestas a los fenómenos atmosféricos como el viento, la lluvia y el sol, que han moldeado todas sus caras, desintegrándolas en bloques de variados tamaños como los que actualmente componen el cerro. Estos fenómenos erosivos todavía continúan labrando esta particular forma, evidencia de su continua evolución, además de generar una erosión natural de la ladera que rodea al cerro, por estar compuesta de un material menos duro que la misma roca. Por eso, el cerro El Picacho surge como un caparazón elegantemente simétrico de rocas, en la vertiente noroccidental de Medellín.
Historia
Desde el siglo XVIII hasta principios del XX, El Picacho fue un lugar de paso del camino real que venía desde Santa Fe de Antioquia en el río Cauca hacia la pequeña villa de la Candelaria de Medellín. Para entonces, él ya ejercía su condición de cerro tutelar porque guiaba y amparaba a los viajeros a pie que iban o venían por este antiguo camino, que se evidencia hoy en día por la permanencia de algunos vallados en piedra que testimonian la historia de un pasado.
Debido a la importancia de El Picacho como un paraje en el peregrinar constante de los viajeros, Monseñor Félix Henao Botero, fundador de la Universidad Pontificia Bolivariana, en 1936 promovió entre la comunidad campesina, vecina del sector y algunos habitantes de la naciente ciudad, la puesta de una estatua de Cristo Salvador en toda la cima del cerro El Picacho, con el propósito de convertirlo en un nuevo referente religioso, no solamente entre las comunidades aledañas al cerro, sino también entre los habitantes de la ciudad que se veía crecer de lejos.
Flora
El Picacho es especial para Medellín porque aún alberga una muestra del bosque nativo que existió en el Valle de Aburrá. Posee dos áreas boscosas: una al costado norte del cerro y otra cerca al sendero que conduce a la cima. En estos relictos o parches de bosque podemos encontrar árboles de aguacatillo, arrayán, chocho y manzanillo entre otros.
Sin embargo, esta riqueza natural del cerro es amenazada y ultrajada por ciertas personas, quienes extraen tierra de capote, talan árboles para leña y provocan los temibles incendios forestales.
Turismo
Después de la pacificación de los barrios aledaños y de la mejoría en términos de seguridad e infraestructura, El Cerro El Picacho se convirtió en un lugar de deporte y esparcimiento diurno y nocturno. El cerro es accesible desde el barrio El Picacho por una carretera pavimentada, iluminada y casi libre de tráfico automotor que la hacen apta para trotar y pasear mascotas. En la cima del cerro se presentan intensos vientos que favorecen el vuelo de cometas. Los fines de semana, algunos locales establecen ventas informales de chocolate caliente, empanadas, y otros alimentos. En la cima del cerro se erige el Cristo del Picacho, una estatua de Jesús de más de 10 metros de altura que se constituye como el mayor símbolo del Cerro y es lugar de peregrinación. Uno de los atractivos principales del cerro es su vista casi completa de la ciudad de Medellín y los municipios de Bello, Copacabana, Envigado y Sabaneta.
DATOS CURIOSOS
1. posiblemente en la era del Paleolítico este cerro fue un volcán activo
5. LA ASOMADERA
cerro La Asomadera es una montaña ubicada en el centroriente de la ciudad de Medellín, Antioquia, situada entre las, comunas Buenos Aires y La Candelaria.
Historia
La Asomadera era un camino obligado hacia la villa, paseadero y lugar desde donde se miraba la ciudad y el Valle de Aburrá, un lugar cubierto de cañaverales y con peligrosos barrancos, pero con la sombra de los guayabales que estaban a la vera del camino. Luego este camino de salida y entrada a la población se denominó “El Camellón de La Asomadera”, con el tiempo se fue llenando de casas a lo largo y ancho del mismo, que ya era considerado un arrabal de la ciudad, es decir un lugar en las afueras de la población. La Asomadera hace honor a su nombre, porque desde su cima a 1610 metros de altura, se tiene el privilegio de contemplar varios flancos del Valle de Aburrá, no de una sola mirada, sino a medida que se camina se encuentran diferentes vistas, a través de las cuales, es posible descubrir fragmentos del paisaje urbano. Por ejemplo, desde el costado norte de la cima, frente al Colegio Ana de Castrillón, se puede contemplar la sutil hamaca que da nombre al Valle de Aburrá al norte, con el imponente cerro Quitasol como telón de fondo. También es posible capturar en una sola mirada la cuenca visual de la quebrada Santa Elena desde el costado oriental del cerro, o desplazarse hacia el sur, cerca a la torre de energía, para apreciar el sur del Valle de Aburrá en toda su plenitud.
Composición
Los cerros El Salvador y La Asomadera están hermanados no solo por su cercanía, sino también porque comparten el mismo origen geológico dentro del relieve del Valle de Aburrá. Debido a la dinámica interna de la tierra y al proceso de formación del valle, estos cerros poseen una estructura geológica muy particular, ya que hace millones de años, la anfibolita, que es la roca predominante en el valle fue atravesada por un fluido ígneo que al enfriarse dio origen a otro tipo de roca conocida como “gabro” y que se encuentra localizada debajo de la misma anfibolita. La interacción entre estas rocas da como resultado singulares formas del relieve, al tiempo que ellas son sometidas al proceso de la meteorización, es decir que la roca al estar en contacto con el viento, el agua y el sol, comienza a desintegrarse y descomponerse hasta convertirse en el suelo que compone los dos cerros y dar origen a una estructura que en Geología se conoce como “techo colgado”. Este nombre es usado para definir aquellas formaciones geológicas donde un tipo de roca se superpone a otra y evita que la erosión ataque directamente a la roca que se encuentra debajo, en este sentido se entiende que la anfibolita se encuentra “protegiendo” al gabro. Bajo este proceso de formación el sistema de cerros Asomadera-Salvador ha generado una geomorfología propia debido a su origen y composición, y se han desarrollado vertientes con pendientes fuertes labradas o modeladas por la erosión sobre el suelo derivado del gabro.
6. SANTO DOMINGO
cerro Santo Domingo es una formación montañosa ubicada en el nororiente de la ciudad Medellín, Antioquia, íntegramente situado en la comuna Popular. Está completamente urbanizado y solo se destacan en él algunas pequeñas manchas de vegetación.
Composición
Este es un cerro ovalado en forma de montículo, alineado en dirección sur - norte con una altura máxima en su cima de 1890 metros sobre el nivel del mar, resaltando sobre la vertiente nororiental de la ciudad. Es tan frágil como una cáscara de huevo, pues su cuerpo está compuesto por un tipo de roca denominada Dunita, que por procesos naturales se ha venido fracturando en bloques cada vez más pequeños, convirtiéndose en un material fácilmente erosionable, que ha continuado evolucionando hasta desintegrarse y descomponerse, formando finalmente el tipo del suelo que compone el cerro
Límites
Limita al oriente con la cuenca de la quebrada Piedras Blancas, al occidente con la quebrada La Herrera, que nace allí mismo, al norte con la cuenca de la quebrada La Rosa, al occidente con la cuenca de la quebrada Cañada Negra. Políticamente hablando, está inmerso totalmente en el barrio Santo Domingo Savio.
Historia
Lo que ahora es el barrio Santo Domingo No.1, en el pasado fue conocido como el morro rojo, porque la tierra rojiza que lo componía, era una protuberancia montañosa de la ladera que se destacaba entre el verdor de los pastizales alrededor del cerro. El cerro fue adquiriendo importancia como un paraje geográfico testigo de los cambios históricos que caracterizaron el desarrollo de Antioquia, pues tutelaba o guiaba el paso obligado de los viajeros y los arrieros que transitaban con sus mulas, por la trocha o el camino de herradura, intercambiando mercancías entre la pequeña villa de Medellín y algunos poblados del altiplano oriental como Guarne, Marinilla o Rionegro. El transporte en mulas fue reemplazado en 1922 por el conocido tranvía de oriente que ascendía a media ladera desde el barrio Manrique, siguiendo el antiguo camino de Guarne y cruzando el cerro por su extremo suroriental, después de 4 kilómetros de ascenso, exactamente en el mismo lugar donde hoy en día está ubicada la moderna Estación Santo Domingo del Metrocable. En 1946 fueron levantados los rieles que le dieron paso a la antigua y polvorienta carretera a Guarne con sus buses “escalera” o ”chivas” que aún la recorren con menos frecuencia que antaño, pues ya existe un servicio regular de transporte público además del moderno Metrocable.
6. EL SALVADOR
El cerro El Salvador es una pequeña formación montañosa ubicada en el centroriente de la ciudad de Medellín
Composición
Los cerros El Salvador y La Asomadera están hermanados no solo por su cercanía, sino también porque comparten el mismo origen geológico dentro del relieve del Valle de Aburrá. Debido a la dinámica interna de la tierra y al proceso de formación del valle, estos cerros poseen una estructura geológica muy particular, ya que hace millones de años, la anfibolita, que es la roca predominante en el valle fue atravesada por un fluido ígneo que al enfriarse dio origen a otro tipo de roca conocida como “gabro” y que se encuentra localizada debajo de la misma anfibolita. La interacción entre estas rocas da como resultado singulares formas del relieve, al tiempo que ellas son sometidas al proceso de la meteorización, es decir que la roca al estar en contacto con el viento, el agua y el sol, comienza a desintegrarse y descomponerse hasta convertirse en el suelo que compone los dos cerros y dar origen a una estructura que en Geología se conoce como “techo colgado”. Este nombre es usado para definir aquellas formaciones geológicas donde un tipo de roca se superpone a otra y evita que la erosión ataque directamente a la roca que se encuentra debajo, en este sentido se entiende que la anfibolita se encuentra “protegiendo” al gabro. Bajo este proceso de formación el sistema de cerros Asomadera-Salvador ha generado una geomorfología propia debido a su origen y composición, y se han desarrollado vertientes con pendientes fuertes labradas o modeladas por la erosión sobre el suelo derivado del gabro
Historia
Antes de ser cerro El Salvador, durante el siglo XIX, era reconocido por los habitantes de la pequeña villa de Medellín como el “Morro de las Cruces”, ya que estaba rodeado por catorce cruces, que representaban las estaciones del vía crucis. Antes de este nombre fue conocido como el “Morro de las Sepulturas”, por la abundancia de guacas o sepulturas de indios que allí existieron. El Salvador es el cerro más antiguo de Medellín, cuando la ciudad apenas estaba creciendo, luego de haber sido trasladada desde El Poblado hasta el paraje ubicado entre el río Medellín y la quebrada Santa Elena con el nombre de “San Lorenzo de Aburrá”. El camino entre El Salvador y La Asomadera, al parecer, era el tramo de un antiguo camino prehispánico muy extenso, que continuaba hacia el cerro Pan de Azúcar para empalmarse con el antiguo camino de Piedras Blancas o de Nare, que llegaba al oriente antioqueño. Antes de conocerse como el cerro El Salvador y morro de Las Cruces, este lugar era llamado el morro de Don Rafael, ya que hasta principios del siglo XX, estas tierras pertenecían a Don Rafael Echavarría. Por esa misma época, también se comenzó a poblar de viviendas los alrededores del cerro, que fueron creciendo paulatinamente hasta conformar el barrio El Salvador, cuyo nombre en 1920, sirvió para bautizar al Cristo de mármol traído en partes desde Europa, repartido en cajas muy pesadas a lomo de mula.
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